viernes, 18 de febrero de 2011

Sigo admirandote...

2am, cualquier día en mi cama. Hablas viéndome como me quedo dormida y aun así me perdonas.

3am, cualquier día en mi cama. Hablo viéndote como te quedas dormida y aun así te perdono.

Eres una de las personas de las que más he aprendido y no precisamente porque haya querido. Es porque siempre has estado ahí para enseñarme.

Me da risa pensar todas las veces que de pequeña quería ser como tu y ahora que me veo actuar, reaccionar, pensar, caminar, hablar… Cada vez me parezco más a ti.

Me enseñaste a tenerte miedo pero a quererte tanto, que se me hace increíble pensar todas las veces que te he tenido miedo.

Aprendí que el respeto y la amistad son hermanos.

Te creía todo lo que me decías y hoy me alegro de saber que nunca me mentías.

Me enseñaste a crecer.

Todas las veces que te vi sufrir me hicieron comprender que el amor es peligroso cuando se ama con obsesión.

Todas las veces que te vi llorar me hacen tener claro que mis lagrimas por un idiota nunca van a rodar ;)

Aunque vayamos por el mundo de fuertes y frías, tus inseguridades son las mismas que las mías.

De alguna extraña manera me enseñaste a luchar más fuerte por quien ya luchó por mi, aunque quiera luchar infinitamente por quien nunca lucharía por mi.

Aprendí que ser tontas es algo de familia, pero eso es lo que nos da alegría.

Que el mal carácter se controla cuando tienes al lado uno peor.

Que nunca puedo mirar hacia atrás porque lo más bonito que tuviste te llegó mirando hacia delante.

Aprendí que no me puedo morir sin amar, pero tampoco sin que me hayan amado.

Que tener grandes cualidades puede opacar cientos de pequeños defectos.

Que odiar a tu hijo al nacer, después de todo no fue tan malo. :)

Me enseñaste a ser independiente.

A defenderme.

A ser más yo.

A no hacer caso a lo que digan los demás.

A confiar en mis instintos.

Que los ángeles existen y que más de uno me cuida.

A creer en lo que quiera creer.

Que mis pies son los únicos que marcan mi camino.

Aprendí que por más daño que le hagas a tu familia, siempre son los que estarán ahí para recibirte de nuevo con los brazos abiertos. :(

Me enseñaste a que mientras más me preocupen los problemas de los demás, menos dolores de cabeza me darán los míos.

Que la sabiduría solo viene con los años.

Que la familia no se equivoca.

Que siempre puede existir alguien que te haga la vida más fácil.

Que se puede amar con libertad y sin miedos.

Que sentirse amada es un placer pero amar es estar vivo.

Que siempre hay alguien te escuche aunque lo que digas sea irracional.

Me dí cuenta que prefería compartirte antes de perderte.

Aprendí a cerrar los ojos y contar hasta 3 o 10…

Que sufrir es parte de la vida. Y que si tu sufres yo sufro.

Que la vida se hace más fácil si te diviertes mientras llega su final.

Que nunca es tarde para conocer el amor.

Que la paciencia hace más llevadero lo inevitable.

Que si alguien te afecta, enfréntalo. Y si te afecta demasiado, descártalo. ;)

Me enseñaste a burlarme de mi misma y aún más de mis problemas.

Que no hay que preocuparse sino ocuparse.

Y me enseñaste que existen personas incondicionales en las que siempre se puede confiar, aunque sean las mismas personas que te hagan reaccionar y llorar.

Ahh.. ¡Y que lo que te cuento a ti no siempre podré contárselo a mi mamá!

1 comentario:

mercedes dijo...

te adoro mi princesita!!! y bien tiene Miguel Alejandro celos de ti, pues no habria podido tener una HIJA DE CORAZON , mejor que TU. tu madrina!!!